Cada oyente musical, sibarita de la mùsica y cultor del gènero que sea puede establecer su cartabòn trahs, su mùsica culta e inculta, buena o basura, revelarse contra los gustos establecidos de las mayorìas y asì las vanguardias fueron hacièndose camino, denigradas por la mùsica oficial que se oìa. PROXIMAMENTE
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